
El cielo azul hasta la medianoche
tiene el color del mar y de las flores
que llevan su estandarte añil o pálido:
heliotropos y lirios, rododendros,
campanulas, verónicas, hortensias,
fucsias, miosotis, matalobos, salvias.
Al subir las tinieblas, el jardín
donde fulgían rosas, alhelíes
y amapolas de negro corazón
se repliega y se aduerme:
sus perfumes abrigarán
el sueño de los árboles.
Ricardo Paseyro
Pintura: Dmitri Levin. Popies near Warsaw
3 comentarios:
Adoro las amapolas, esta pintura es tremenda, tan hermosa que cuesta dejar de mirar.
Gracias!
La pintura es cuestión de planos y este poema me ha parecido exactamente lo mismo...Pude visualizar los planos, la profundidad, la atmósfera...
PRECIOSA entrada. Se siente la paz.
Besos Beatriz.
Precioso Beatriz, se complementan la pintura y la letra, haciendo revivir
momentos vividos en lugares parecidos...
donde el perfume de las amapolas abrigarán el sueño de los árboles.
Un abrazo
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