Te tuve
cuando eras dulce,
acariciado mundo.
Realidad casi nube,
¡cómo te me volaste de los brazos!
Ahora te siento nuevamente.
No por tu luz, sino por tu corteza,
percibo tu inequívoca presencia,
agrios perfiles, duros meridianos,
¡áspero mundo para mis dos manos!
cuando eras dulce,
acariciado mundo.
Realidad casi nube,
¡cómo te me volaste de los brazos!
Ahora te siento nuevamente.
No por tu luz, sino por tu corteza,
percibo tu inequívoca presencia,
agrios perfiles, duros meridianos,
¡áspero mundo para mis dos manos!
Angel González
Pintura: Vladimir Muhin
5 comentarios:
Aunque sea una corteza en la edad madura, el poseer la vida y el mundo circundante siempre es una dicha.
Puede ser corteza porque quizàs muchas esperanzas se han concretado no?
En fin también a veces en la juventud no valoramos como en la madurez lo que nos rodea.
Cómo me ha impactado este poema de González....
Soy el colmo del despiste ,ahora me doy cuenta que es a la compañera o esposa que le canta.
Que horror!!!! ,a cierta edad los maridos la consideran a uno una corteza?
Será que nos hemos endurecido de tanto querer enderezarlos ,no?
Qué curioso Ana María, un poema es un mundo distinto para quien lo escribe y para cada quien que lo lee.
Yo no lo interpreté así, como si fuera a la amada a quien le escribe,
pensé que se refería al mundo mismo, al de la juventud que lo vió dulce, etéreo como una nube, acariciado y que se le ha vuelto áspero con los años.
Por eso la imagen de la pintura mira hacia atrás con nostalgia de lo que fue, del mundo que dejó.
Curioso, curioso...
Mi primera interpretación fuè esa luego ,como habla de lo que contienen sus dos manos pensé en su compañera.
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