24. LOS PUENTES DE LA MEMORIA “Estaba aquí sabiéndose parte de un develado
por sus mayores, y desvelado en su futuro”.
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Desde su silencio nos escucha Eduardo Van Aken. Nos mira, los lee, nos
contempla, nos analiza. Pocas veces opina, guarda el estilo de ciertos
fueguin...
Hace 11 horas.
5 comentarios:
Nunca se me habría ocurrido ofrecer la amargura, es extraño, ¿verdad?
El cuadro me parece interesante.
Besos, Beatriz
Irresistible ofrecimiento...
Parece que asaltaron sus atalayas cuando ya no esperaba nada y le dieron conversación a la luna.
Me gustó estebpintor, tan sugerente....
En cuánto al ofrecimiento...mmmmm, creo que no, amarguras no.
Gracias Ana y Elvira por pasar y comentar.
Cuando uno es jóven ,en mi caso pasó ,si a uno le cuentan que han pasado largo tiempo con la amargura de la soledad uno se enamora facilmente .
Cuando uno es más grande busca gente optimista.
Tienes razón Ana María, a esta altura buscamos sólo optimismo.
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