el templo
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Alójate en el templo de tu alma. Permite que las velas y el incienso te
envuelvan con su cálida fragancia. Medita en la penumbra. Si es preciso,
contempla ...
Hace 6 horas.
blog de rescate de la historia familiar, de la patagonia, vivencias, recuerdos, arte y poesía
5 comentarios:
Nunca se me habría ocurrido ofrecer la amargura, es extraño, ¿verdad?
El cuadro me parece interesante.
Besos, Beatriz
Irresistible ofrecimiento...
Parece que asaltaron sus atalayas cuando ya no esperaba nada y le dieron conversación a la luna.
Me gustó estebpintor, tan sugerente....
En cuánto al ofrecimiento...mmmmm, creo que no, amarguras no.
Gracias Ana y Elvira por pasar y comentar.
Cuando uno es jóven ,en mi caso pasó ,si a uno le cuentan que han pasado largo tiempo con la amargura de la soledad uno se enamora facilmente .
Cuando uno es más grande busca gente optimista.
Tienes razón Ana María, a esta altura buscamos sólo optimismo.
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