Sólo vivimos
para el instante en que admiramos
el esplendor del claro de luna,
la nieve, la flor del cerezo
y las hojas multicolores del arce.
Gozamos de día excitados por el vino,
sin que nos desilusione la pobreza
mirándonos fijamente a los ojos.
Nos dejamos llevar
-como una calabaza arrastrada
por la corriente del río-
sin perder el ánimo ni por un instante.
Esto es lo que se llama el mundo que fluye,
el mundo pasajero.
para el instante en que admiramos
el esplendor del claro de luna,
la nieve, la flor del cerezo
y las hojas multicolores del arce.
Gozamos de día excitados por el vino,
sin que nos desilusione la pobreza
mirándonos fijamente a los ojos.
Nos dejamos llevar
-como una calabaza arrastrada
por la corriente del río-
sin perder el ánimo ni por un instante.
Esto es lo que se llama el mundo que fluye,
el mundo pasajero.
Asai Ryoi
Pintura: Paul Turner Sargent. Red Maple 1931
4 comentarios:
Precioso!!
Es todo tan efímero; pero la vida siempre hacia adelante, ahora en otoño una estación que nos llena de nostalgia al recordar tantas despedidas.
Pero no debemos olvidar la primavera; nos dice que no perdamos nunca la esperanza, la eternidad existe dentro de todos y todas por eso debemos hacer ese viaje interior.
Un abrazo.
No hay nada màs bonito que un instante soñado.
La vida está hecha de instantes, con los años vamos reparando en lo realmente valioso, en esos hechos cotidianos que nos regala la naturaleza.
Saludos a las tres, gracias por pasar y comentar.
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