Cuando era niña, iba a la plaza de mi ciudad para ver el izamiento de la bandera que aún se realiza todos los domingos al mediodía con la banda de alguna rama de las fuerzas armadas. Ceremonia que se lleva a cabo aunque esté nevando. Después de más grande, venía el paseo por la calle Bories, un ir y venir para encontrarse con los amigos. En la tarde después del almuerzo, íbamos a la matiné, tardes de cine como las de Cine Paradiso. Así eran los domingos de mi infancia... Después vendrían los otros...
Iba a misa y después, en invierno, al Parque Genovés. Recuerdo que el sol "picaba", molestaba ¡Qué calor en las mañanas gaditanas de invierno en "el Parque", con ese suelo de albero y el Levante! En verano a la playa, a la caseta en Isecotel. Recuerdo que te podías lanzar desde la propia caseta al agua, de tanto que subía la marea por Santiago, y porque el embite de los temporales mermaba cada vez más la playa. Por la tarde ¡También iba al cine! A la sesión que daban en Salesianos o al Imperial, los dos más cercanos. Siempre nos juntábamos Maribel, Daniel, Manolo y yo...De vez en cuando se sumaban otros amigos, pero nosotros siempre íbamos juntos por entonces.Y luego, sin darnos cuenta, la vida nos fue llevando a otros domingos.
Mis domingos aburridos empezaron cuando estudiaba y vivía sola en la capital, después los hubo entretenidos cuando llegaron los niños y los domingos eran días de parque, de juegos, de visitas a la familia, de risas.
Ahora el nido está casi vacío y los domingos son griiiiiiises.
No hay quien haga felices los míos...Creo que la propia expectación que voy creando ante la llegada del fin de semana y lo pronto que acaba, tendrá algo que ver...Domingo es como el punto final. Adoro los viernes, tanto, que adoro incluso los jueves ya...por lo que llega tras de sí. Hablando de jueves, Beatriz, no te he preguntado si ves "Los Archivos del Cardenal" Otro motivo más para los jueves ¿Ves?
Pero puede ser también "embate de los temporales" yo no conocía esa palabra "envite", tampoco conozco "albero" y Levante será el viento me imagino.
Hablamos el mismo idioma Ana, pero hay unos giros propios de cada zona que lo enriquecen. Me voy "al tiro" a buscar en el diccionario la palabra "albero".
Ya te contesto altiro!!! Es la arena de las plazas de toros, por ejemplo. La arena amarilla de los parques, pero no de siembra sino por donde se camina. ¿Cómo será la arena en Chile? Nunca me ha dado por prestar atención a este detalle. Voy a abrir Google Earth... Ya es lunes por aquí!!!
9 comentarios:
Cuando era niña, iba a la plaza de mi ciudad para ver el izamiento de la bandera que aún se realiza todos los domingos al mediodía con la banda de alguna rama de las fuerzas armadas. Ceremonia que se lleva a cabo aunque esté nevando. Después de más grande, venía el paseo por la calle Bories, un ir y venir para encontrarse con los amigos.
En la tarde después del almuerzo, íbamos a la matiné, tardes de cine como las de Cine Paradiso.
Así eran los domingos de mi infancia...
Después vendrían los otros...
Iba a misa y después, en invierno, al Parque Genovés. Recuerdo que el sol "picaba", molestaba ¡Qué calor en las mañanas gaditanas de invierno en "el Parque", con ese suelo de albero y el Levante!
En verano a la playa, a la caseta en Isecotel. Recuerdo que te podías lanzar desde la propia caseta al agua, de tanto que subía la marea por Santiago, y porque el embite de los temporales mermaba cada vez más la playa.
Por la tarde ¡También iba al cine! A la sesión que daban en Salesianos o al Imperial, los dos más cercanos.
Siempre nos juntábamos Maribel, Daniel, Manolo y yo...De vez en cuando se sumaban otros amigos, pero nosotros siempre íbamos juntos por entonces.Y luego, sin darnos cuenta, la vida nos fue llevando a otros domingos.
Parece que el mar siempre te ha rodeado Ana.
Mis domingos aburridos empezaron cuando estudiaba y vivía sola en la capital, después los hubo entretenidos cuando llegaron los niños y los domingos eran días de parque, de juegos, de visitas a la familia, de risas.
Ahora el nido está casi vacío y los domingos son griiiiiiises.
No hay quien haga felices los míos...Creo que la propia expectación que voy creando ante la llegada del fin de semana y lo pronto que acaba, tendrá algo que ver...Domingo es como el punto final.
Adoro los viernes, tanto, que adoro incluso los jueves ya...por lo que llega tras de sí.
Hablando de jueves, Beatriz, no te he preguntado si ves "Los Archivos del Cardenal"
Otro motivo más para los jueves ¿Ves?
Rectifico: Embite no es, es con uve, envite, empuje.
Me lié con embate!!!
Hoy no hago otra cosa que rectificar!!!
Ya no releo más...es que si no...
Pero puede ser también "embate de los temporales" yo no conocía esa palabra "envite", tampoco conozco "albero" y Levante será el viento me imagino.
Hablamos el mismo idioma Ana, pero hay unos giros propios de cada zona que lo enriquecen.
Me voy "al tiro" a buscar en el diccionario la palabra "albero".
Ya te contesto altiro!!!
Es la arena de las plazas de toros, por ejemplo. La arena amarilla de los parques, pero no de siembra sino por donde se camina.
¿Cómo será la arena en Chile? Nunca me ha dado por prestar atención a este detalle. Voy a abrir Google Earth...
Ya es lunes por aquí!!!
Pero el domingo siempre es domingo.
De un tiempo a esta parte estoy acentuando lo religioso.
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