Pedí a los profesores
que enseñan el sentido de la vida
que me dijeran qué es la felicidad.
Fui a ver a los afamados ejecutivos
que comandan el trabajo
de miles de hombres.
Todos menearon la cabeza y me sonrieron
como si yo tratase de engatusarlos.
Y un domingo por la tarde
fui a pasear por la orilla del río Desplaines.
Y vi a un grupo de húngaros bajo los árboles,
con sus mujeres y sus hijos,
un barril de cerveza
y un acordeón
que enseñan el sentido de la vida
que me dijeran qué es la felicidad.
Fui a ver a los afamados ejecutivos
que comandan el trabajo
de miles de hombres.
Todos menearon la cabeza y me sonrieron
como si yo tratase de engatusarlos.
Y un domingo por la tarde
fui a pasear por la orilla del río Desplaines.
Y vi a un grupo de húngaros bajo los árboles,
con sus mujeres y sus hijos,
un barril de cerveza
y un acordeón
Carl Sandburg
Pintura: Van Gogh. Campamento zíngaro
5 comentarios:
¡Qué bueno!! :-)
Besos
Tiene razón Elvira.
Puedo verlo, ni sé dónde está ese río y ya he estado ahí...
Hay una canción muy loca que me situa en el "Desplaines" de mis horas bajas
"Felicidad
que bonito nombre tienes,
Felicidad
vete tú a saber dónde te metes.
Felicidad
cuando sales sola a bailar
te tomas dos copas de más
y se te olvida que me quieres."
Besos Beatriz!!!
Yo tampoco sabía donde queda ese río, queda en Illinois, pero la felicidad no está allá si la vamos a buscar.
Quizás Ana, la sentiste en Portugal escuchando un fado...son sólo momentos, sólo instantes y lo terrible es que no nos damos cuenta la mayoría de las veces.
Vi el enlace de la canción.
Abrazos a las dos.
La sentiré cuando regrese mi hija de AUSTRALIA ,seguro porque hasta ahora me mantiene espectante desde hace dos semanas.Le prolongaron la estadía porque la necesitan.
Volverá sana y salva Ana María, que Así sea.
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