Las niñas se pasean con la moda
recién llegada de Santiago
acompañadas por la banda de Regimiento
que toca cumbias.
Los dueños de casa compran
las primeras sandías y los diarios
con las noticias frescas de los últimos crímenes.
Camino por las últimas calles
de este lugar de bomberos,
rotarios, carabineros, jubilados,
tinterillos y profesores primarios,
allí los puñales del sol entran por las costillas
de los pobres cercos de madera.
Siento los estertores de las postreras carretas
y locomotoras a vapor.
Busco la paz tendiéndome en la pradera
condecorada por los girasoles
contemplando el glorioso oleaje del trigo
y los viajes infinitos de las nubes
que van a llorar por nosotros.
Pintura:Thomas Steve
5 comentarios:
¡PRECIOSA!
Teiller, Teiller de mi corazón...
Esta visión refleja cuanto odio el ruído, el bullicio, la gente que pone empeños esforzados en lucir mejor...sin embargo, si la felicidad está en esas calles ¿Por qué elegir la paz y el silencio de esa pradera condecorada por girasoles, contemplar el trigo meciéndose y las nubes alejarse? ¿Por qué será que cerca de Teiller y sin rechistar, ocuparía una sombra iluminada en la que ocultarme de esa fiesta empecinada?
Buen domingo de primavera para tí, amiga.
¨condecorada por girasoles¨ me parece tan bella, tan bella línea !
Un beso.
SIL
Mi adorado Teillier, como me encanta, preciosa foto la que lo acompaña
¿quién dice ¡preciosa! ?
Ana, Sil, Odel y yo, amamos a Teillier.
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