Se sostiene la isla sobre un campo de gules,
leopardos y raposas. La dueña, en su escabel,
se recoge el brocado y en sus vueltas de seda,
sobre el regazo apoya blandamente las manos
el gentil unicornio y sella con su imagen
el espejo de azogue que le muestra la dama.
María Victoria Atencia
Cluny Dame a la Licorne
leopardos y raposas. La dueña, en su escabel,
se recoge el brocado y en sus vueltas de seda,
sobre el regazo apoya blandamente las manos
el gentil unicornio y sella con su imagen
el espejo de azogue que le muestra la dama.
María Victoria Atencia
Cluny Dame a la Licorne
2 comentarios:
Los símbolos ,recuerdos de otros tiempos en que ese lenguaje era tan profundo.
Ahora solo tienen voz las banalidades.
Así no más es, Ana María.
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