Yo sé que si tocase
con la mano aquel rincón del cuadro
donde arde un amarillo
me quemaría en él
o me habría manchado
para siempre de delirio
para siempre de delirio
la yema de los dedos.
Ferreira Gullar
Pintura:L. Cremonese
Pintura:L. Cremonese
8 comentarios:
Tienes que volver a pintar. Pintar entre poemas...
Me ha impactado, Beatriz. Realmente es así, esa es la palabra - delirio -
que mejor define lo que se siente ante una pintura que, al comtemplarla, rebasa hasta los límites de lo humano.
Cuidate esa gripe.
Beso, eva.
Anécdota. La primera vez que visité El Museo del Prado, un cuadro me impresionó tanto(sé que cuadro era pero no recuerdo el pintor) que me acerqué a tocarlo, era algo superior a mi, me acerqué, y muy suavemente toqué una esquinita. Inmediatamente una de las personas que custodian las pinturas se acercó a mi, me dijo que estaba totalmente prohibido y lo que me impresionó es que anotan hasta el número de veces que, personas intrépidas como yo, tocan una pintura.
eva
Esta pintura no es del estilo de las que acostumbro a subir ¿verdad? pero me atrajo el amarillo jaajajaja y acá si se puede tocar, Eva.
Volver a pintar, Ana, tal vez un día...
Estoy delirando con la belleza de la flor del loto.
Hay cada fotos que uno quiere plasmar en cuadros y en realidad uno no tiene -como decía mi madre-dedos para organista.
Estoy necesitando una pintura para mi restaurante francés pero no doy en la tecla. Quién me pudiera ayudar!
¿Está en clave esta petición,Marcelo ?
Si es un restaurante, tal vez un Cezanne. Si es más bar o nocturno... un Lautrec.
Si es tu "casa" con música parisina, tendría que pensarlo más detenidamente, un impresionista quizá.
ya lo sabes! jajajajajaja
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