Hay bellezas llenas de una luminosa dulzura
que, de repente,
por encima
de las tinieblas y del sufrimiento
nos remueven las entrañas;
otras,
surgidas de algún subterráneo,
nos atrapan o nos arrebatan
con su
extraño sortilegio;
otras, puro fulgor,
subyugan, fulminan…
Fragmento del libro de François Cheng,
“Cinco meditaciones sobre la belleza”
Pintura: Zhu Yiyong
3 comentarios:
Bellezas luminosas o de algún subterráneo, siempre sutiles!
La belleza suele salvarnos o extraviarnos.Depende de lo que su fulgor impide ver.
¡y qué haríamos sin ella!
Publicar un comentario