Todos somos —no quieran engañarse—
maniquíes con voz. En mí se prueban
sus máscaras los otros, los que llevan
la mía en el costal para cambiarse.
Todos somos —no intenten revelarse—
esclavos de una imagen que renuevan
en voz baja los otros, los que aprueban
o desaprueban cómo hay que portarse.
Yo tengo un rostro aquí y otro mañana.
Tú tienes otra máscara debajo.
Todos somos de cuarzo o porcelana.
Todo rumbo hacia el rostro es un atajo.
Entre el vidrio y la cara, el vidrio gana.
Barajas con azogue: Yo barajo.
Alexis Díaz-Pimienta
Porcelain mask
1 comentario:
No quiero engañarme ni pretendo revelarme. Pretendo relevarme (y seguir disfrutándote en tu blog)
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