Que no crezca jamás en mis entrañas
esa calma aparente llamada escepticismo.
Huya yo del resabio,
del cinismo,
de la imparcialidad de hombros encogidos.
Crea yo siempre en la vida
crea yo siempre
en las mil infinitas posibilidades.
Engáñenme los cantos de sirenas,
tenga mi alma siempre un pellizco de ingenua.
Que nunca se parezca mi epidermis
a la piel de un paquidermo inconmovible,
helado.
Llore yo todavía
por sueños imposibles
por amores prohibidos
por fantasías de niña hechas añicos.
Huya yo del realismo encorsetado.
Consérvense en mis labios las canciones,
muchas y muy ruidosas y con muchos acordes.
Por si vinieran tiempos de silencio.
Raquel Lanseros
Carrie Graber
4 comentarios:
Bellisima esta "declaración de intenciones"., todo un manifiesto a seguir viviendo con intensidad , plenitud, pasión, sensibilidad, la vida.
Qué mágica es la poesía!
eva
Si si, ¡me encanta! y sobre todo me encanta verlo escrito, que alguien haya plasmado con tanto acierto lo que debería estar grabado en nuestro corazón, porque ese es nuestro regalo de nacimiento, esa es la vida, y no debemos olvidarla.
Gracias Beatriz!
Valentina
Invocación.
Luz para un Ave Fénix distraída
"por si vinieran tiempos de silencio"
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