Abro el balcón, y miro. En los balcones
de la casa de enfrente el sol de junio
juega con los geranios.
Me saluda
desde allí una muchacha: alza la mano,
me hace señas, sonríe, y es más bella
que el fulgor del verano.
Los minutos
se aquietan en el cielo y acaece
mucha luz. Se diría
que un raro sortilegio ha detenido
el tiempo esta mañana.
Pero cierro
un instante los ojos, y al abrirlos
nada queda: ni casa, ni muchacha,
ni balcones con sol. De todo aquello
hace ya veinte años
Eloy Sánchez Rosillo
Pino
3 comentarios:
Nos arrincona el tiempo.
Esta entrada abrí antes que la de hoy. Tu blog establece estupendas relaciones.
"Nos arrincona el tiempo.
Nos vuelve ceniza muerta,
sombras de otras horas."
De Xulio a Eloy y este domingo es más radiante.
Buena semana.
De curiosa y olvidadiza que ando, fui a ver la entrada de Xulio...
¡Maravillosa! Me encanta la poesía de Xulio y tan poco que encuentro de él.
¿Domingo radiante?
¡Qué envidia! jajajaj
Gris, gris gris por acá.
Buena semana,amiga.
Esos momentos que hemos vivido tan intensamente que su recuerdo nunca morirá, y, sí, a veces parecen reales. Ojala fueran reales!
eva
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