Mi manera de amarte es sencilla:
te aprieto a mí
como si hubiera un poco de justicia en mi corazón
y yo te la pudiese dar con el cuerpo.
y yo te la pudiese dar con el cuerpo.
Cuando revuelvo tus cabellos
algo hermoso se forma entre mis manos.
Y casi no sé más. Yo sólo aspiro
a estar contigo en paz y a estar en paz
con un deber desconocido
que a veces pesa también en mi corazón.
Antonio Gamoneda
Rob Hefferan
2 comentarios:
Bonito regalo para este primer domingo de Julio.
Gracias, Beatriz.
eva
Hola, Beatriz. Hermoso, muy hermoso el poema que nos ofreces hoy. Y cuánta razón le asiste en su manifiesto, tan universal, tan de todos, tan sentido y vivido. Sí, Antonio Gamoneda es un poeta de inabarcable hondura y recorrido vital —Ana, Amelia / venid conmigo a recibir la luz—. Sí, Antonio, «el silencio y las manos».
Saludos desde el verano,
Cecilio
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