y ahora soy una mujer niña.
Cuando debía jugar a las muñecas
ya sostenía niños
de verdad en brazos
y me perdí el asombro
de descubrir que la vida
es un infinito modo de caminar.
Ahora que debería sentir
los brazos cansados,
como me nacieron alas,
ando volando
por encima del mundo
que me fue negado
y desde el aire puedo ver
los atajos que, ahora sé,
llevan al mismo lugar.
Begoña Abad
Joana Kruse. Flying away.
1 comentario:
Ay, ya me di el paseo, me voy, cuántos poemas bellos que desconocía, como este, y a la autora...
Gracias, Beatriz
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