amarte detrás de la puerta
amarte en la nuez
en la mandarina
en la mandarina
en la noche
amarte sin nombre sin fundamentos sin casco
amarte encima de un pájaro debajo de un pimpollo
amarte desde la trinchera contra las cortinas del verano
amarte sin manos ni boca ni cuerpo
ni el opúsculo siniestro de una espada en la sombra
vos amor infinito -amor, mi amor, amor-
borrarás de un manotazo todos mis miedos
todo velamen todo puñal de invierno será una luz y nada más
amarte en paz en plena alegría de los cuerpos
y no saber si el día empieza o termina
si el amor va o regresa.
Peredo
Blakely
Blakely
3 comentarios:
Entre el tema de Zenet y Peredo, amiga, no hay quien salga indemne.
Debe ser febrero :)
Santa María, madre de Dios...
Sin duda: para leer a Peredo, nada como tu sitio, todos los poemas son maravillosos. Leo y me digo: qué bonito, qué bonito...
Y no solo para Peredo, y más, y más... este blog está lleno de encanto, es delicioso: poemas, música, imágenes (siempre eliges la imagen apropiada).
Eres una artista.
No pude quedarme el viernes, pero vendré, es una cita importante.
Un beso, Beatriz. ¡Buen día!
Jajaja, me hace gracia lo que dice Ana. Eso mismo: Santa María, Madre de Dios, es muy expresivo...
Otro beso para Ana, se nota que lo vive...
Esperar amar así es como esperar con la mesa preparada. O en este caso, la silla.
Publicar un comentario