Me han robado,
me están dejando nada más que la cáscara.
Ése es el problema.
Me cambiaron los azules
y todo el orden de las olas.
No he vuelto a caminar con el mismo paso.
Yo mismo no me reconozco en los espejos.
Y hay música hasta el fondo de los tarros.
Cambian las formas
y te extrañas del movimiento de tus dedos,
de los viajes de tu cuerpo.
Ya no escuchas.
Las orejas son estructuras sin sentido.
Los ojos van detrás de telas,
carteles, objetos pintados
y te detienes a descifrarlos y ella,
ella se renueva a cada instante
y la ves sacar la lengua
entre los puntos de la gran fotografía.
Ennio Moltedo
Pintura: Nastroenie
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