No tengo coche, no me conducen.
No tengo título, no me admiran.
No tengo bienes, nadie me envidia.
No tengo grupo, nadie me retiene.
No tengo deseos, nada me ata.
No tengo sexo, nadie me entiende.
No tengo futuro, soy dueña del hoy.
No tengo resentimiento, nadie me inquieta.
No tengo deudas, nadie me persigue.
No tengo dioses, nadie me condena.
Soy demasiado mayor para estas cosas,
por eso soy obscenamente feliz.
Karin Jurick
1 comentario:
A mi también me ocurre, conforme voy llenandome de años me voy vaciando de ataduras inútiles , llegar a la paz, a la calma, al sosiego, vivir sólo para lo que te gusta y por lo que te enriquece,sigo trabajando en ello,resulta dificil "desaprender", pero no imposible.Siempre he sido feliz con pequeñas cosas, infeliz también.
eva
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