He guardado el remitente
dentro de un destello.
Para no olvidar
que su amor ya era mío.
Y en mi voz más antigua
me digo su nombre de siglos.
Como si al nombrar
una flor en las sombras.
Liberara un audible
perfume de besos.
.
Mauricio Escribano
2 comentarios:
Querida Beatriz: ¡¡¡gracias!!!
Cuando llego, me pierdo en otras entradas, después regreso, disfruto ¡tanto!
Maravilloso, este poema y todos los que descubro ... antología de la mejor poesía, una delicia.
Un beso y gracias, gracias, gracias ...
Gracias a ti, Rosa. Siempre presente. Me incentivas a seguir. Gracias.
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