El viento,
el que arranca los árboles de cuajo,
el que enfurece el mar,
el que arrasa las costas
sin clemencia,
sí el mismo,
míralo ahora
siguiéndote por la calle,
jugando con tu melena
tonto perdido.
Karmelo Iribarren
el que arranca los árboles de cuajo,
el que enfurece el mar,
el que arrasa las costas
sin clemencia,
sí el mismo,
míralo ahora
siguiéndote por la calle,
jugando con tu melena
tonto perdido.
Karmelo Iribarren
3 comentarios:
Cómo nos conoce nuestro Karmelo!. Sabe que somos delicadas y aunque haya huracanes, a nosotras el viento nos acaricia la melena. Lo extrañaba...
Buen domingo.
eva
Por aquí el viento juega, pero juega a dejarte calva, incluso se metería por la boca porque los versos de Karmelo me hacen sonreír ¡Pero no hoy! De la calima, del polvo del Sáhara en suspensión a 35º C sobre la piel. Hoy del viento no sabemos nada.
Creo que llueve, que se desataron vendavales en tu tierra, amiga, lo vi ayer. Hoy Karmelo escribe para Chile
(Nunca encuentro el símbolo para grado)
aprendí una nueva palabra: calima.
Hace tiempo que no traía a Karmelo.
Nos estamos volando por acá.
Buen domingo amigas.
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