el mismo cerezo ni la misma luna
sobre la que se recorta un pino.
Todo momento es el último porque es único.
Para el viajero, esa percepción se agudiza
debido a la ausencia de rutinas
engañosamente tranquilizadoras,
propias del sedentario,
que nos hacen creer que la existencia
va a seguir siendo como es por algún tiempo".
1 comentario:
Siempre maravillosa Margaritte.
eva
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