No tires las cartas de amor
Ellas no te abandonarán.
El tiempo pasará, se borrará el deseo
-esta flecha de sombra-
y los sensuales rostros, bellos e inteligentes,
se ocultarán en ti, al fondo de un espejo.
Caerán los años. Te cansarán los libros.
Descenderás aún más
e, incluso, perderás la poesía.
El ruido de ciudad en los cristales
acabará por ser tu única música,
y las cartas de amor que habrás guardado
serán tu última literatura.
Joan Margarit
3 comentarios:
Cierto querida Beatriz. Yo guardo las que me escribia mi novio destinado al desierto de El Aaiún, más de 1.000,recuerdo la ilusión de que el cartero la pusiese en la ventana de la puerta, la cogía y la leía en la intimidad (el cuarto de baño, jajajaja)
y la volvia a leer, la volvia a leer... Ha pasado el tiempo, pero aún me queda un resquicio de los sentimientos que sentía al leerlas. Nunca me desprenderé de ellas.
eva
Las cartas son todo un tesoro.
Me da pena tirarlas, y las conservo casi todas.
BESOS
Cartas y soledad. Cuando joven salí de mi casa para iniciar un viaje que muy pocos realizan. Pero a la meditación y oración escogí la calle, los nuevos lazos, las luchas sociales.
Al volver a la casa materna no encontré las cartas que amaba; Las había quemado yo mismo antes de marcharme.
Abrazos.
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