Él puede leer los ojos de los niños, sabe
qué será del mejor alumno de la clase
y del niño becado y de esa alta morena.
Paladea un Jack Daniels lentamente
en la esquina del bar.
Sus ojos están fijos en el fondo del vaso.
Ya no quiero mirar ya no quiero mirar.
Gabriel Chávez Casazola
Fabián Pérez
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