Todos saben por qué
pero no lo evitaron
y el domingo recogió sus pertenencias
toda su ropa limpia de cada tendedero
el brillo en los vitrales de cada medio punto.
No llora su muchacha porque no tiene llanto
porque ya se ha secado
de tanto acariciarlo y que no exista.
Él que siempre fue un marido regresando
para sembrar un poco de calma sobre el pecho
él que fue siempre
al fin de la semana
el respiro profundo para empezar de nuevo.
Ahora se fue el domingo
el planeta es una cruz que se desploma
y se ha quedado viuda su muchacha sin llanto.
Odette Alonso
Giarrano
1 comentario:
Terribles los domingos!!!
eva
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