He vuelto a la vieja costumbre
de escribir en servilletas:
el teclado me resulta demasiado frío
y los cuadernos demasiado rectos.
Al fin y al cabo, todo el mundo sabe
que los cafés se inventaron
para que sobrevivieran los poetas,
y los poetas para que sobrevivieran los cafés.
Alfonso Brezmes
1 comentario:
Buen poeta, Beatriz.
Además Brezmes le he leído y este poema me gusta mucho.
Besosss
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