miércoles, 13 de febrero de 2019

Decíamos ayer




He encontrado en las páginas primeras 
de la mañana, por sorpresa, el hilo 
de la memoria, el esquivo poema 
que contiene la vida. Es muy temprano. 
Estamos en septiembre, queda poco 
para decir adiós a todo esto 
hasta el año que viene. 
Hace días que llueve mansamente 
sobre el mundo, hay un cazo de leche 
y un presagio que humea en la cocina de carbón 
como una despedida. Qué pronto pasa un año. 
La abuela corta el pan en rebanadas 
todas iguales, como si fuera un dios, 
y me mira muy hondo cuando dice: 
e cedo, negra sombra, ¿ti nunca tes acougo? 
No sé qué contestar, todo es confuso. 
Tengo muy pocos años –me supongo– 
y hay cosas que no entiendo todavía. 
Le pido que me explique las razones del frío 
o cómo puede ser que aquel muchacho 
llegara a presentir, siempre callado, 
lo que iba a ser la vida después de algunos años, 
lo que iba a estar haciendo en esta tarde 
sin nadie: devanar la madeja de los días, 
volver la vista atrás, tirar del hilo. 


Alfredo Buxán
James Guppy

3 comentarios:

Maite dijo...

Con qué facilidad expresa el poeta ese momento, palabras sencillas.
Bellísimo.
besos

Andrés Vara dijo...

Gracias.

Rosa dijo...

Qué poemas tan bellos, Beatriz.
Todos.
Gracias.

Un beso y feliz día, querida Beatriz.

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