Hay mañanas doradas como bocas,
mañanas verdes como golondrinas.
Hay mañanas que ponen con ternura
su tempestad de dalias y de viajes
entre los pensamientos del que duerme.
Las ventanas renacen en las casas.
La palabra emigrar abre sus joyas.
Juan Eduardo Cirlot
Pissarro
1 comentario:
¡Oh, Cirlot! Hacía tiempo que no leía a este poeta.
Besos
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