Pedí tantas veces que tu partida no fuera verdad,
que ya no recuerdo que tantas noches habrán sido.
Después pedí que te aparecieras al menos en sueños,
que me dijeras que estás bien y que preguntaras si
yo lo estoy.
Te he buscado en los rostros por donde voy;
he querido sentirte en el viento, que un colibrí me
hable de ti, he querido guardar tu voz.
He pedido, he pedido, he pedido.
Y hoy que ya no pido,
me doy cuenta que no te has ido,
por que tu presencia fue más que sólo tu cuerpo,
tu voz, tu olor:
Estás en todos lados, eres parte de mi esencia
y se que un día nos volveremos a ver con alegría
y me dirás: SABÍA QUE VENDRÍAS!
Cecilia Villanueva