En esta era de comunicaciones por satélite y de postales con mensajes impresos, una buena carta es como una colcha tejida a mano o como un frasco de mermelada hecha en casa, una pequeña atención, un modesto regalo que alguien hace personalmente para otro.
Cuadro: Pedro Lira
AFECTOS
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*Estorninos*
Fotografía
de
*El Confidencial*
AFECTOS
Son el simurg,
aquella criatura voladora
que, entre mitologías,
encarnaba la unión de cielo y tier...
Hace 20 horas.
6 comentarios:
Me hiciste pensar con nostalgia en las veces que caminé hasta la Plaza de Armas para entrar al Correo y abrir con ilusión la Casilla 264. Es un número inscrito en mi corazón, más que en mi memoria.
Hola!!!!!!!!!!
A los 17 años, donde una llamada telefónica tardaba dos día, con suerte para los que tenían teléfono, un CARTA era aires nuevos que llegaban a mi vida.............recorrían unos 1500 km., donde había dejado mis amigas y la familia a la cual pertenecía, y ya no. Estaba formando la mía........
Un besote lleno de buenos recuerdos.
Pamela: yo lo escribí pensando en las 60 cartas que recibí y las 60 cartas que contesté en el verano del 76
Desde niña me gustaba escribir cartas y por supuesto recibirlas. Actualmente me invade la nostalgia de cuánto hemos perdido por la modernidad. Sé que ayuda pero no hay como escuchar el silbato del cartero.
Abrazos
Y es tan cierto esta corrida sin sentido de la vida que muchas veces nos olvidamos de las pequeñas cosas...
Hola:
Una de las cosas que uno esperaba con impaciencia eran las cartas, lo primero que miraba era el remitente, las estampillas, y al abrirla encontraba la letra manuscrita de los amigos, personas amadas (solo las cartas comerciales eran a máquina de escribir).
Por supuesto las cartas de amor se leían varias veces, en privado y se guardaban.
Este cuadro es un retrato muy psicológico, donde no se ve la cara de la mujer, pero se nota la tensión en su postura.
Saludos.
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