Algunos hombres aman con el cuerpo,
otros con el dinero o con el intelecto.
Yo amo con la música.
En nuestra relación, la música ha constituido un vínculo más estrecho que cualquier vínculo erótico y carnal.
Tú que entiendes de todo y me hablas de la otra orilla,
seguramente sabes qué fuerza tan inmensa posee la música.
Tiene más fuerza que el beso, que la palabra, que el tacto.
Lo que uno ya es incapaz de contar con el cuerpo y el espíritu,
termina contándolo con la música.
Yo he sido la única persona que ha sabido hablarle a ese cuerpo precioso y enfermo...
¿Acaso no lo sabías?
Le hablaba con la ayuda de la música.
La hermana de Sándor Márai
Cuadro: The flute player, Zhao Kailin
Cuadro: The flute player, Zhao Kailin
2 comentarios:
tienes que leer Confesiones de un burgues
Tanto me han hablado de Sandor, que espero comprar en estos aguinaldos próximos.
Abrazos.
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