Si, al final,
ha de comer la tierra tus delicados huesos,
y ha de dormir tu boca como una orquídea tierna
debajo de raíces y lianas, qué importa
que estés tan descubierto y accesible,
que encauces tu saliva en otros surcos,
que te des a pedazos cada noche
como Profana, y Cruel, y Santa Forma.
Si, al final,
has de ser a despecho de tu carne radiante
y de todo el deseo con que te he coronado
espléndido despojo que posea la muerte…
Josefa Parra
De “Elogio a la mala yerba” 1996
Pintura: Jeff Cornell
SER MAESTRO
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Escuela rural de Cabranes (Asturias)
SER MAESTRO
Nunca brilló mi oficio. Ser maestro
es escarbar a mano decepciones
de cimientos profundos
y persistir d...
Hace 13 horas.
3 comentarios:
Aunque se quite los zapatos, su sombra la delata.
Me gusta el título del poema.
Mala yerba con "Y" griega, que no con hache.
Ella (o él) tienen razón. después, lo que nos toque a cada uno, es otra cosa.
Besos
Bonitos
Bomarzo
Beatriz!
si hacemos todo lo que deseamos, hay que atenernos a las consecuencias. Nada es gratis en esta vida.
Saludos.
Y si es Isadora Duncan y su chal.
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