Caravana...
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* Una tierra extraña le da los buenos días.*
*Un amanecer extranjero se despliega ante la ventanilla de la
autocaravana. *
*Él, recostado sobre su bra...
Hace 13 minutos.
blog de rescate de la historia familiar, de la patagonia, vivencias, recuerdos, arte y poesía
9 comentarios:
El apego excesivo a las cosas y a las personas es verdad que nos limita, pero los afectos sinceros son un estímulo para vivir.
Mi blog
http://jesusapariciogonzalez.blogspot.com/
la imagen de la viejecita....
es realmente triste llegar a viejita y acordarse de los sueños sin cumplir...
muy triste sentir que el sacrificio por esos afectos no ha merecido la pena...
pero las más de las veces no se elige, el amor nos viene y el sacrificio nos sale del alma¡¡¡
tampoco valen nada cumplir los sueños si no se tiene con quién compartir ese gusto.
besos
¡Qué expresiva la cara y las manos de la viejita! Parece decir algo así como "ya me da igual todo, estoy muy cansada".
La pena es cuando te quedas solo sin los afectos ni los sueños cumplidos. Porque muchos de nuestros seres queridos se van (los mayores se mueren, los jóvenes parten a hacer su vida). Es importante tener afectos de nuestra propia generación e ilusiones, aunque sean pequeñas, por cumplir.
Besos
Te ha quedado preciosa la entrada ,el toque del cuadro de la viejecita le da un punto.
Beatriz gracias a ti y a Odel yo he vuelto a soñar con "mariposas"...Lourdes
Con permiso, muy de acuerdo con Jesús.
Saludos.
Pues también estoy de acuerdo con Jesús y Sallopilig Ref.
De acuerdo con todos, pero Elvira tiene razón, hay que buscar afectos de la misma generación para avanzar juntos y unir las ilusiones, medio difícil, pero hay que intentarlo.
Esta entrada me la motiva mi hija que quiere regresar al lugar de donde salió la familia -los inmigrantes- para buscar mejores oportunidades de vida como lo hicieron los abuelos: volver al origen, al otro lado del "charco".
Debo dejarla volar....
Sí, hay que dejarlos volar (e incluso poner gasolina en el depósito para echar una mano :-)). Mi única hija trabaja bien lejos, en Camboya.
Un beso a la madre y otro a la hija
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