...En los vastos confines orientales
del azul palidecen los planetas,
el alquimista piensa en las secretas
leyes que unen planetas y metales.
Y mientras cree tocar enardecido
el oro aquel que matará la Muerte,
Dios, que sabe de alquimia, lo convierte
en polvo, en nadie, en nada y en olvido.
Pintura: Cornelis Bega
3 comentarios:
Hola:
Pasé a ponerme al día...
Preciosos los poemas y las imágenes.
Es un gusto venir a verte y disfrutar tu blog.
Besos.
Precioso como siempre
Qué bonito Beatriz todo!
Voy a buscar sobre el pintor, me gusta...
Un beso
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