Escúchame, alma mía,
¿recuerdas cómo éramos
en el albor del tiempo?
Aquella sed de luz
que el deseo tomaba inaplacable…
¿se sació de algún modo?
¿Creciste, hiciste tuyo el caudal loco
de los días en la argentina edad?
Mírame:
¿me parezco todavía un poco a ti?
¿Me reconoces?
Eduardo Fraile
Pintura: Fabián Pérez
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7 comentarios:
¿Querremos ser los mismos? Yo no sé. Mi deseo es no perder esa "sed de luz" y ser la que creo que soy, aún sin saber quien soy...
"Ningún otoño es amarillo siempre", del mismo autor.
-No lo he leído pero me entró la curiosidad-
Ojalá no deje nunca de reconocerme.
Un abrazo querida amiga...siempre andas haciéndome reflexionar. Gracias.
En algunos aspectos es lindo seguir siendo los mismos en otros no...
Hermosísima entrada.
Besote Beatríz.:-)
Un beso de buenas noches,
quién seré mañana, espero que alguien muy parecida a la de hoy que mis ojos de repetente se llenaron de luz al ver que habias regresado Beatriz.
Un montón de cariño L.
Ana: al igual que tú, sólo quisiera tener siempre esa "sed de luz", ya sé que no soy la misma, mi rostro lo dice, aunque a veces en el espejo, creo reconocer a la niña que fui.
Adrianina: gracias por tus visitas y te encuentro toda la razón.
Lourdes:pensaba quedarme lejos del blog por mucho tiempo, pero he regresado, aquí me siento mejor que allá afuera.
Buenas noches
Muy bonita entrada Beatriz.
Cuantos libros para leer!
Aunque te ausentes si lo necesitas
la presencia de tu blog es imponente
sigues en él ;)
Un abrazo
PD. Y si estás mejor, fluye, como la vida pero con las hermosas obras que nos mostrás.
Qué lindo tu comentario Inés, mi blog imponente, no lo había imaginado así.
Hay que fluir, tienes razón, como la vida misma.
Los problemas y preocupaciones siguen ahí...una mala racha muy larga, ya pasará.
Un abrazo
Lo bueno de las malas rachas es q siempre terminan, en algún momento.
Nostálgico el escrito... y reflexivo a la vez.
Ser o no ser... la eterna dicotomía de las personas.
Saludos argentinos.
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