De improviso me entristezco
porque hallo las huellas
del paso del tiempo
en sitios que no esperaba:
o en el horizonte marino,
o en montañas distantes,
o en un libro que leí hace tiempo
y tiene mis signos de lectura,
o si veo escrito en una hoja suelta
el nombre de alguna muchacha,
por ejemplo, aquella que amé
en el otoño de 1974.
porque hallo las huellas
del paso del tiempo
en sitios que no esperaba:
o en el horizonte marino,
o en montañas distantes,
o en un libro que leí hace tiempo
y tiene mis signos de lectura,
o si veo escrito en una hoja suelta
el nombre de alguna muchacha,
por ejemplo, aquella que amé
en el otoño de 1974.
Marco A.Campos
Pintura: Handel Lucas. Time tries all things
6 comentarios:
Hola Beatriz
¡Preciosa entrada! Un evocador rincón de tiempo y un poema hermoso.
Marco A. Campo escribe en Cuaderno de Aforismos: Somos sombras de tiempo y al pensar en nosotros y los
otros –ayer, hoy – somos sombras en movimiento.
Un beso, Beatriz
Tal vez el libro sea Bomarzo...
Un beso
(ya llegó)
Lo triste es que esas huellas del pasado las encuentre el marido de uno.
En una oportunidad estaba leyendo un libro y llaman la puerta ,como señalador pongo-sin darme cuenta-una carta de un amigo (bien amigo nomàs)que me comunicaba algunas noticias de una zona a la que viajaba mucho por razón de mi trabajo.Lo malo es que tenía ,como toda misiva ,la fecha.
Sería poco interesante el libro puès quedò en la biblioteca y asì fuè trasladado dentro de ella.
Al poco tiempo de casarnos a mi marido se le da por leer libros y dá ,justamente ,con el que tenìa el señalador.
Fué algo sumamente desagradable puès la fecha de la carta coincidìa con el período de noviazgo.
Para colmo mi amigo era muy moderno y terminaba todas sus cartas con un distraìdo beso.
"sombras en movimiento" lo había leído Ar Lor y justamente esa descripción me había llamado a reflexión.
Tal vez, más que seguro Marcelo.
(qué bueno que llegó)
Ana María: nunca se sabe lo que esconden los libros. Cuando mi biblioteca se cayó con el terremoto, dejó al descubierto muchas cosas:
flores secas, boletos de micro, tréboles de 4 hojas, cartas, envoltorios de chocolate y hasta un telegrama.
Que ese trébol de cuatro hojas te devuelva mil y unas cosas lindas por lo que la caída de la biblioteca te produjo.
Dios se explica muy bien que una biblioteca no es dolor material sino espiritual.
Beatriz ,le estaba diciendo a DIOS-le hablo de igual a igual pero de rodillas siempre-que ni tú ni yo discutimos su inconmensurable grandeza .
Que ya hemos sufrido bastante las consecuencias de la soberbia de aquellos que inventan estas insolentes maquinitas de choque de hadrones.Para colmo en lugar de admirar la obra de DIOS se creen igualados a su grandeza.
Yo pensaba,humildemente como argentina subdesarrollada ,que sería más práctico una máquina de chocar LADRONES.
Creo que en ARGENTINA de hacer chocar los LADRONES de todas las categorìas(desde presidente y ex presidente a villeros)de las tremendas colisiones TERMINARIAMOS CON LA GALAXIA DESMATERIALIZADA.
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