De la infancia me traje la nostalgia,
Los huesos de ballenas en los patios,
Los vestigios tristes de una raza noble
Extinguida con estricnina y balas.
La mar de fondo
El viento
La nieve silenciosa
Los pañuelos
Las mujeres dulces
tras las carrozas
De caballos enlutados
El viento antártico
Las nubes solas
Los oscuros petreles
Los barcos varados
En el fin del mundo
Una tienda donde vendían
Restos de naufragios
Un cementerio cerca de mi casa
Las suaves ensenadas
Los guanacos de ojos dulces
Las ovejas
Los lupinos
Y los sueños
Pintura: Jeff Larson. In the light of lupines.
Los huesos de ballenas en los patios,
Los vestigios tristes de una raza noble
Extinguida con estricnina y balas.
La mar de fondo
El viento
La nieve silenciosa
Los pañuelos
Las mujeres dulces
tras las carrozas
De caballos enlutados
El viento antártico
Las nubes solas
Los oscuros petreles
Los barcos varados
En el fin del mundo
Una tienda donde vendían
Restos de naufragios
Un cementerio cerca de mi casa
Las suaves ensenadas
Los guanacos de ojos dulces
Las ovejas
Los lupinos
Y los sueños
Gracias Pamela por este poema.
7 comentarios:
preciosa imagen y hermoso poema, Beatriz... como siempre... te sigo...
los lupinos son los altramuces silvestres??? aquí tienen ese color... pero no sé si serán los mismos...
un abrazo desde Andalucía¡¡
BELLEZA BELLEZA sublime estos recuerdos.
Seguramente tú le pones las imágenes precisas que fotografiaron tus ojos y tu mente evoca el negativo que quedò en tu retina.
Gracias Beatriz, muchas gracias, no sé qué más decirte.
En estos días he recibido la noticia del fallecimiento de Amalia Musac, dueña de la Panadería Musac (Universal) y los recuerdos de la infancia rondan como fantasmas.
Pamela: por años de años comprábamos el pan allí, yo vivía en Maipú con Quillota, era cosa de subir la calle nada más.
¡Qué pena!
Tu poema es maravilloso, dice lo que siento, ni más ni menos.
Un abrazo amiga.
Ana María: con Pamela nuestra infancia tiene el mismo bario, el mismo color y hasta las mismas flores, pero yo no la conozco, solo por este medio, sin embargo me parece que la conozco de toda la vida.
Gracias por tus palabras.
Pilar: lo busqué y parece ser que el altramuz es el mismo lupino.
Un abrazo.
Pues os doy las gracias a ambas porque es francamente hermoso.
Soy tan de mar que acabo de aprender que los altramuces poseen tanta belleza.
Miraré en Google, yo sólo los como remojados ¡Tal vez hasta pensaba que crecían en el kiosco...!
Habrá que preguntarle a Elvira de FLORES Y PALABRAS si son los mismos, no se si los lupinos de mi infancia tendrán algo de comestibles.
Las virutas de los lápices de colores al sacarles punta, el aroma a café con leche q apresusaba el levanterse, el olor a tierra húmeda antes de la lluvia, mi tortuga jacha, los chirridos de las hamacas. Tantos recuerdos...
Gracias Beatriz.
Besos.
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