En esta ciudad gris,
a tantos años niebla
de tu sol y el mío,
de los vientos de octubre y los bananos,
de la tienda de dulces de la esquina,
de la sombra y frescura de la sala
con los muebles azules y el reloj
cargados de recuerdos desde siempre.
Con tu inmensa presencia
que está en todas las cosas esperándome.
Y sabes cómo he hallado
más pura la memoria?:
He comprado un perfume pequeñito
como uno que tenías
y aromabas de ti.
Se adaptaba a tus gestos y a tus ojos,
a tu silencio grave, a tu dulzura.
Y de ti salía perfumado
a aromar la ciudad y el cielo azul
y quedarse por siempre en el recuerdo.
Y hasta esta otra ciudad, gris y lejana,
te la has apoderado
impregnando las cosas
con el olor que diste a tu perfume
y que me he puesto yo tras de la oreja,
desde donde vigila
y me sopla al oído
las cosas hechas tú por su milagro.
Desde donde me dice que es posible encontrarte
tan lejos de ti misma
y que en todo está el roce de tu mano,
a tantos años niebla de tus ojos,
a tanto tiempo pena de tu ausencia,
a tanto mar tendido entre nosotros.
a tantos años niebla
de tu sol y el mío,
de los vientos de octubre y los bananos,
de la tienda de dulces de la esquina,
de la sombra y frescura de la sala
con los muebles azules y el reloj
cargados de recuerdos desde siempre.
Con tu inmensa presencia
que está en todas las cosas esperándome.
Y sabes cómo he hallado
más pura la memoria?:
He comprado un perfume pequeñito
como uno que tenías
y aromabas de ti.
Se adaptaba a tus gestos y a tus ojos,
a tu silencio grave, a tu dulzura.
Y de ti salía perfumado
a aromar la ciudad y el cielo azul
y quedarse por siempre en el recuerdo.
Y hasta esta otra ciudad, gris y lejana,
te la has apoderado
impregnando las cosas
con el olor que diste a tu perfume
y que me he puesto yo tras de la oreja,
desde donde vigila
y me sopla al oído
las cosas hechas tú por su milagro.
Desde donde me dice que es posible encontrarte
tan lejos de ti misma
y que en todo está el roce de tu mano,
a tantos años niebla de tus ojos,
a tanto tiempo pena de tu ausencia,
a tanto mar tendido entre nosotros.
D. Guerra
Pintura: Bogdanova
6 comentarios:
Y adrede!!!
El perfume provoca emociones profundas, evoca sentimientos.
Precioso poema, como siempre.
Hoy de nuevo la serenidad en tu casa, ningún susto puede con la belleza de tu alma.
Jaja ja Ana: eres increíble, seguro que hay sustos que paralizan como el de ayer y pueden con todo.
Ahora llueve en pleno verano, este mundo está loco, loco...
Como dice Marcelo debe haber vida en Marte.
Un abrazo con perfume.
Ana: cometí el pecado de modificar el último verso: donde dice "nosotros" iba una "a"......
quizás rompí la magia del poema que leíste....perdón.
Pero ,trasmisión total de pensamiento.
Esta mañana estaba recordando que el aroma que me regaló una de mis hijas para mi cumpleaños era la misma que usaba mi recordada amiga Inés.
Incluso era tan exclusiva para ella ,pués siempre decía que la identificaba.
Siguiendo con la hilación ,incluso planeamos con mi marido ir a la ciudad donde vivía pués el hermano-que ahora con su señora dicen que son también mis hermanos-nos habìa invitado.
Que casualidad!!!!!
Pues me "hago la sueca" y digo: ni había leído lo del error...jaja
Un abrazo!!!
Qué casualidad Ana María, esto de los perfumes es muy particular, yo no suelo regalarlos porque en gustos no hay nada escrito, pero que son evocadores, sí que lo son.
Ana: puedes "hacerte la sueca", yo te lo agradezco. ¿de dónde vendrá esa expresión? seguro que de Suecia no jajaja
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