lunes, 4 de abril de 2011

Certeza


La soledad ingresa en nuestra casa
por el ojo de la cerradura.

Cuando la descubrimos,
ya es tarde:
ocupará su lugar, en silencio,

con la displicente insolencia

de los no-invitados.

Medrará a nuestro coste;

muchos serán los días -o las noches-
en los cuales su obstinación

resulte intolerable.
No conviene impacientarse con ella:

aún puede clavarnos más hondo
los dientes de su presencia.

Sin embargo, apenas advierta

una grieta de alegría

en el muro de nuestra tristeza ,

partirá de inmediato,

muy segura de sí misma
y libre de rencores;

es una buena perdedora.

De todos modos sabe
que,
en cualquier momento,

volverá para quedarse.


Carlos Spinedi
Pintura: Holsoe

5 comentarios:

Rochies dijo...

permitamos la grieta...

ana maria parente dijo...

Noooooo SOLITA no te quiero cerca mìo.!!!!!!!

Marcelo dijo...

Bien. Bravo. Lo tomo, lo memorizo, lo pego en la pared.

Beatrice dijo...

permitamos la alegría Rochitas.

yo sólo un poquito de soledad, a ratitos Ana María.

pero después lo sacas Marcelo...

Anónimo dijo...

Esperanzador mensaje

Nubia

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