viernes, 10 de junio de 2011

Despedida


Tarde que socavó nuestro adiós.
Tarde acerada y deleitosa
y monstruosa como un ángel oscuro.
Tarde cuando vivieron nuestros labios
en la desnuda intimidad de los besos.
El tiempo inevitable se desbordaba
sobre el abrazo inútil.
Prodigábamos pasión juntamente,
no para nosotros
sino para la soledad ya inmediata.
Nos rechazó la luz;
la noche había llegado con urgencia.
Fuimos hasta la verja
en esa gravedad de la sombra
que ya el lucero alivia.
Como quien vuelve de un perdido prado
yo volví de tu abrazo,
como quien vuelve de un país de espadas
yo volví de tus lágrimas.
Tarde que dura vívida como un sueño
entre las otras tardes.
Después yo fui alcanzando y rebasando
noches y singladuras.

Borges
Pintura: A. Volkov

5 comentarios:

Elvira dijo...

¡Qué bueno! Y el cuadro le va muy bien. Besos

Maria ISabel dijo...

Qué linda despedida, las despediddas son tristes, pero pueden estar llenas de AMOR, de caricias, de dolor y de musica...podrá esperarse un reencuentro?

ana maría parente dijo...

Que desgarrante una última tarde ,esos sitios en que se va el amor y comienza la soledad.....

Verónica Toro Restrepo dijo...

Me encanta como el poema te lleva lentamente a través de las letras, así sin darte cuenta. Sin palabras.

Beatrice dijo...

Gracias amigas por sus comentarios, es que es Borges quien da esta despedida, hermoso poema en verdad.

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