Caravana...
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* Una tierra extraña le da los buenos días.*
*Un amanecer extranjero se despliega ante la ventanilla de la
autocaravana. *
*Él, recostado sobre su bra...
Hace 49 minutos.
blog de rescate de la historia familiar, de la patagonia, vivencias, recuerdos, arte y poesía
5 comentarios:
De nuevo recuerdos de mi niñez. Horas esperando que el sol cambiase de posición para ver como los girasoles le seguian. La naturaleza con sus enseñanzas, son la primera demostracion de lo que ahora se llaman las placas solares que se llenan con la energia del sol.La naturaleza siempre hablandonos y nosotros no escuchandola.Deberiamos observar más , todo nos habla si queremos escuchar, todo. Nunca sabemos donde aparecerá nuestro maestro pero siempre está en las cosas sencillas.
Buen domingo para todos.
eva
Tantos campos de girasoles por aquí cerquita... monjes budistas no me topo, pero sí me gustaría hablar con alguno, vaya que me gustaría...
Girasoles, mirasoles, guiños que nos sobresaltan cómplices.
¿Había contado ya en tu casa la historia de los amigos que quedaban cada día y uno llegaba siempre exultante de felicidad, con el "qué bonita es la vida" y otro no? Bueno, era sólo porque a la hora en que se veían, siempre los girasoles, inmensos, amarillos, miraban en su dirección en el camino hacia el amigo y llegaba extasiado.
Me trae hasta tí un girasol, amiga, uno que llevas en el alma. Aquí brilla.
Un abrazo amarillo e inmenso!!!
Gracias amigas, qué "maravilla" de comentarios.
Esa es la idea, si pudiéramos atraer siempre al sol, como los girasoles.
Aquí un día gris, gris, gris...y eso que oficialmente todavía no se termina el verano.
Un abrazo amarillo y redondo para las dos.
... va un haiku
Es mediodía
Hasta los girasoles
piden sombreros
Lía Miersch
Gracias Lía, hermoso haiku.
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