sábado, 30 de junio de 2012

Atardecer en la casa



Hay silencio aquí. Los gatos
se repantigan, cada uno
en un lugar favorito.
El geranio se inclina de este lado
para ver si estoy escribiendo sobre él:
cabeza toda pétalos, tallos
marrones y esos abanicos verdes.
Así que, ya ves,
estoy escribiendo sobre ti.
Pongo la radio. Mal hecho.
Que no haya ningún ruido
en esta habitación, excepto
el sonido de una voz leyendo un poema.
Lo gatos piden
The Meadow Mouse, de Theodore Roethke.
La casa se acomoda sobre sus ancas
para una siesta.
Sé que estáis conmigo, plantas
y gatos -y aun así tengo miedo,
sentada en medio de la posibilidad
perfecta.
_______________________________

It’s quiet here. The cats
sprawl, each
in a favored place.
the geranium leans this way
to see if I’m writing about her:
head all petals, brown
stalks, and those green fans.
So you see,
I am writing about you.

I turn on the radio. Wrong.
Let’s not have any noise
in this room, except
the sound of a voice reading a poem.
The cats request
The Meadow Mouse, by Theodore Roethke.

The house settles down on its haunches
for a doze.
I know you are with me, plants,
and cats—and even so, I’m frightened,
sitting in the middle of perfect
possibility.

Jane Kenyon / Hilario Barrero
Pintura:
Muren Nancy

8 comentarios:

eva dijo...

Qué forma tan maravillosa de relatar algo cotidiano!!!!

Disfruto mucho leyendo a la señora Kenyon.

eva

Clarissa Rodriguez dijo...

Qué belleza y con cuánta sutileza están narrados esos detalles cotidianos que son, en apariencia, mínimos pero que componen la vida misma; también esos sentimientos, temores y preocupaciones que de pronto nos invaden.

Feliz fin de semana, Beatriz

Ana dijo...

De nuevo nos acercas a Jane Kenyon, Beatriz, ya iba extranándola.
Hilario tan genial cuando escribe como cuando traduce.

La bandera es el cuadro. La mente lee de memoria...

Beatrice dijo...

Hay geranios en mi patio, pero no está el sol del verano, ni la casa se prepara para la siesta,ni hay gatos que se acomoden, sin embargo, a menudo me asalta ese mismo miedo que me invade cuando la casa se queda en silencio y no están sus moradores, es el miedo a la soledad, a que todo lo bueno tiene su término, es el tiempo el que pasa...

Gracias amigas.

Beatrice dijo...

Estoy lenta Ana, debe ser el frío.

Explícame la última frase, a ver si es lo que creo que es. Perdona.

ana maría parente dijo...

El último verano que pasé en la casa de campo ,antes que mi madre tuviese un proceso de depresión que le impidió volver al año siguiente ,con mi esposo hijos ,mi madre y tìa ESTABA TAN FELIZ que decìa que eso para mí era el paraíso terrenal.
Un día ,junto a la reja de mi ventana ,apareció una serpiente.
Ese signo para mí fué motivo de mi miedo a perder esa felicidad plena que en esos momentos tenía.

Beatrice dijo...

Debe haber sido impresionante el hallazgo ese, como una premonición quizás.

Ana dijo...

La bandera, Beatriz, la nuestra. Sólo tenía fútbol en la mente desde hace días...

La pérdida del paraíso llegó con la serpiente, Ana María. Puede que haya serpientes en cada campo pero tú lo interpretaste como un mensaje y leerte es justo eso, obtener siempre un mensaje, amiga.

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