La mujer que se sentó a mi lado
tenía el pelo rojo,
los párpados azules,
las uñas grises
y los labios verdes.
Fumaba sin parar
cigarrillos rubios, largos
como sus piernas del color de la noche.
Llegaba tarde—me dijo—a la cita
con su psicoanalista.
Pensé en él, muy detenidamente.
tenía el pelo rojo,
los párpados azules,
las uñas grises
y los labios verdes.
Fumaba sin parar
cigarrillos rubios, largos
como sus piernas del color de la noche.
Llegaba tarde—me dijo—a la cita
con su psicoanalista.
Pensé en él, muy detenidamente.
Karmelo Iribarren
Pintura:A. Bouvattier
10 comentarios:
Me ha encantado, jajajajaja,Beatriz.Seguro que"el psicoanalista" la estaba esperando, impaciente. La imagen, preciosa, que piernas más bonitas. El tono irónico del autor, excelente. Quizás soy una mal pensada...porqué no podía ser el psicoanalista el motivo de su visita???Porqué no ponerse bella para un psicoanalista???
eva
Si comparo el hecho de fumar, las uñas grises y los labios verdes, si sonrío maliciosamente al leer a Karmelo, sólo veo psicoanalista de dientes amarillos, incipiente orzuelo, ojos rojos encendidos y grasa en el pelo ¡Por muy largas que tenga las piernas la viajera!
¿Mujeres como casetas de feria adornadas? Mal gusto del tipo, sea quien sea.
Yo me imagino que Karmelo se pone en el lugar del psicoanalista y ya lo compadece. Que "rollo" traerá esta mujer con ese aspecto, sólo la salvan sus piernas largas como la noche.
Podemos darle tantas interpretaciones como lectores tenga este poema. Eso es lo maravilloso.
Buen día amigas.
PD. ¡Qué feo psicoanalista te has imaginado Ana! con orzuelo y grasa jajaja
Si,Beatriz, es cierto, este poema puede tener muchas interpretaciones y eso lo hace más maravilloso. Deja al lector volar su imaginación, tanto que podria ser el comienzo de una novela. No te parece?
Igual me animo y la escribo, jeje
eva
Preciosa la música
Preciosa la poesía
Preciosos los comentarios
Precioso el orzuelo
Preciosa la pintura
Y preciosas las piernas
jajaja
preciosos los dientes amarillos
los ojos rojos encendidos
la grasa del pelo...
preciosa Ana
que se imagina un psicoanalista tan feo
y Eva que se imagina el comienzo de una novela
y yo que compadezco al psicoanalista
y Marcelo que ha hecho un original y precioso comentario.
El cambio de ritmo fue fabuloso, Beatriz. Siempre encuentro belleza y delicadeza en tu blog, y eso vengo a buscar. Y hoy has hecho un combo que es una bomba con la música, la poesía, la pintura y la complicidad de tus comentaristas que se empeñan en afear al psicoanalista. Será que el feo y la bella se complementan?
Siempre es así Marcelo, diste en el clavo....el feo y la bella.
La dueña de esas piernas, tiene que obligatoriamente serlo a pesar de lo adornada que la encuentra Ana.
Leí por ahí que Argentina es el país que más psicoanalistas tiene: 1 por cada 120 y que sus habitantes visitan el diván del terapeuta para curar sus penas y...lo cuentan.
Simplemente es alguien al que nada le viene bien.
Si no existiese esta gente ,de que vive un analista no?
Tienes razón Ana María, pero se que en la Argentina, el analista es casi una institución. En Chile no es así, hasta da verguenza contar que se le visita.
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