Nos está comiendo el sol de verano al norte del mundo,
bañando con su rayo lúcido el suave discurrir del atardecer
cerca de la costa de Argyll, junto al Lago Laich.
El hombre de Stalker
ha llegado donde quería llegar,
junto al faro de Appin, a merced de la marea.
bañando con su rayo lúcido el suave discurrir del atardecer
cerca de la costa de Argyll, junto al Lago Laich.
El hombre de Stalker
ha llegado donde quería llegar,
junto al faro de Appin, a merced de la marea.
Boris Rozas
Castle Stalker
2 comentarios:
Así es cuando el calor azota al hemisferio norte ,nosotros :los sureños del fin del mundo sentimos su ausencia con el frío en nuestro corazón.
Así es, no más.
Terrible como se vive el verano allá arriba.
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