sábado, 8 de septiembre de 2012

Una mujer


Una mujer
a la que no sólo
no le falta
de nada, sino
que tiene para dar y tomar
de todo lo que a los hombres
-por mucho que digamos
lo contrario-
tanto nos gusta
en las mujeres:
feminidad, sutileza,
clase, buen humor,
ternura,

y una carcasa alucinante.

Ésa eres tú.

Karmelo Iribarren
Pintura:
Annick Bouvier

8 comentarios:

Beatrice dijo...

Ana, Marcelo... ésta es la poesía que encontré para mí, Uds. ya tienen la suya.

Estamos en todo de acuerdo aunque la carcasa ya no es alucinante. jajaja

Me encantó.
¿qué opinan?

Marcelo dijo...

Que por mucho que digamos
lo contrario, nos gusta la feminidad, la sutileza,
la clase, el buen humor,
la ternura. Es perfecta para vos.
Por último, quiero decir que la alucinación no tiene derecho a menospreciar el efecto que provoca en los alucinados, así que en este caso respetuosamente te pido que no opines de lo que no sabes!

Marcelo dijo...

(ah! me faltó agregar la carcasa...¡perdón Karmelo!)

Beatrice dijo...

Marcelo: descubrí que Karmelo ha pasado reiteradamente por acá. El problema es que no ha dicho nada.

No te enojes Karmelo por el uso que le damos a tu poesía alucinante.

Beatrice dijo...

Ay Marcelo, ojalá estuviese equivocada, pero ya no hay alucinados por mí. jajaja
Veo que eres tío abuelo, algo casi, casi como ser abuela.
¿Has visto alguna abuela alucinante?
No ¿verdad?
Feliz domingo y felicitaciones por el triunfo de ayer.

SIL dijo...

Qué maravilla.


Un beso.



SIL

Ana dijo...

La carcasa seguro que es alucinante igual, déjate de leches. Hoy día me gustan los hombres mayores de 45, con carcasa incluída, que, a Dios le pido, le acompañe en edad.
La cordura es una cualidad en estos casos, sólo en estos, claro.
Eres ella, Beatriz y no te achantes con el final del poema, piensa que a Karmelo no debe hacerle gracia una mujer que se achante y te va a quitar el poema. Aunque nos achantemos cada dos por tres, al menos, aparentemos amiga, ponte derecha, sujeta firme el aire en el pecho...Y vamos:
"Una mujer
a la que no sólo
no le falta
de nada, sino
que tiene para dar y tomar
de todo lo que a los hombres
-por mucho que digamos
lo contrario-
tanto nos gusta
en las mujeres:
feminidad, sutileza,
clase, buen humor,
ternura,

y una carcasa alucinante.

Ésa eres tú."

Karmelo Iribarren

¡Lo eres!

Y si fuera cierto eso que has dicho de que Karmelo puede leernos, ojalá entienda en nuestras palabras que sentimos una gran admiración... mira que yo soy de Cádiz y lío mucho a la gente...

Un abrazo.

Beatrice dijo...

jjajajaj Ana, seguro, obviemos el final del poema.
Estoy seguro que Karmelo ha pasado por acá.
Esa mujer soy yo, yo me lo creo.
jajaja
Ayer un vecino vino a devolver una herramienta que le había prestado mi marido y me dijo: "devuélvesela a tu papá"
¿que tal? me alegró el día.

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