A los cincuenta me nacieron alas.
Dejaron de pesarme los senos
y los pensamientos que cargaba desde niña.
A las alas les enseñé a volar
desde mi mente que había volado siempre,
y comprobé desde el aire
que mientras yo anduve dormida tantos años
alguien trabajaba afanosamente
recogiendo plumas para hacer esas alas.
Tuve suerte de que cuando estuvieron hechas
me encontraron despierta en el reparto.
Begoña Abad
Mary Jane Ansell
5 comentarios:
Le quito cierto detalles y lo guardo para mí,que estoy tan cerca.
Cierto. pero tú ya tienes alas hace rato, Marcelo.
El hombre no lleva el yugo del género que llevamos nosotras y cuando decidimos "desyugarnos" ya es tarde o cuesta mucho tomar la decisión y volar.
Yo creo que tu problema no es la edad ni el vuelo, es otro.
LLego algo tarde, pero me lo pongo a mi cabecera, es precioso.Besos
No me vas a dejar con la intriga, verdad?
jajajaja sí Marcelo, es que son sólo suposiciones mías.
Divagaciones que no debo verbalizar.
Te dejo con la intriga.
Sólo se que eres un poeta imperfecto alado y que aunque estés cerca de los cincuenta, eso no te impedirá el vuelo.
Tu poesía, tu FB, los comentarios de tus amigos revelan cosas de ti que quizás en una conversación normal no saldrían a la luz. Uno se va formando una idea de la persona, tal vez equivocada, pero ojalá que no sea así, porque lo que percibo....me gusta.
¡Buen domingo!
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