Sin darles tiempo de llegar hasta el lecho,
una vez afianzada la puerta de la casa,
se amarían ruidosos, jadeantes, salvajes.
No sabían entonces lo difícil que más tarde sería
abrir la cerradura con la llave oxidada del cansancio.
FECHADURA
Sem dar-lhes tempo de chegar até o leito,
uma vez afiançada a porta da casa,
amariam ruidosos, ofegantes, selvagens.
Não sabiam então o difícil que depois seria
abrir a fechadura com a chave oxidada do cansaço.
Hilario Barrero
Laurie Kapolwitz
4 comentarios:
Para qué saberlo? Cada cual que lo descubra por sí solo,mientras tanto, dejemos que la pasión invada sus cuerpos,el tiempo dirá lo que tenga que decir.
eva
El tiempo no perdona ni a la pasión más grande.
Se me habia pasado esta entrada. Que bien cerrada estaba! Gracias a Antonio Miranda por la traducción del poema al querido portugués. Y a Beatriz por su amor y devoción a la poesía.
La pasión es como un castillo de naipes, va "in crecendo" pero llega el momento en que se derrumba.
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