Nos mantuvimos en otra frecuencia
que no alcanzan los ojos mortales
y aprendimos el lenguaje en morse:
dos latidos, pausa, el robo de un beso,
un baño en el mar de tu infancia, pausa.
Agradezco a la vida
que nunca fueras mío
para que nunca quisieras irte.
Begoña Abad
2 comentarios:
En algunos recuerdos sonarán fuerte los latidos. Se haya marchado o no
Los tres ultimos versos... MARAVILLOSOS!!!
eva
Publicar un comentario