Cuando nos dirigimos al amor
todos vamos ardiendo.
Llevamos amapolas en los labios
y una chispa de fuego en la mirada.
Sentimos que la sangre
nos golpea las sienes, las ingles, las muñecas.
Damos y recibimos rosas rojas
y rojo es el espejo de la alcoba en penumbra.
Cuando volvemos del amor, marchitos,
rechazados, culpables
o simplemente absurdos,
regresamos muy pálidos, muy fríos.
Con los ojos en blanco, más canas y la cifra
de leucocitos por las nubes,
somos un esqueleto y su derrota.
Pero seguimos yendo.
Amalia Bautista
2 comentarios:
Muchas gracias por todo.
Me encanta Amalia Bautista.
Un beso.
PPRECIOSO Y CIERTO.Pero la razón de mi ausencia después la explicare .Por ahora lo único que me interesa es saber como está mi amiga. Cuando giraba mi araña yo pensaba en mi amiga ,su esposo ,hijos y nietos.
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