No es sólo la pasión de los abrazos,
la saliva, el aroma, el vértigo, los besos
o el plácido desvelo de la ausencia.
Mi amor es la fábula y la
trama,
el relato interior que sigue a cada encuentro,
la glosa que acompaña los adioses,
el minucioso exámen de las frases
y el eco que tu voz le pone a mi silencio.
Mi amor es ser feliz y no engañarme
anticipando el daño del negro desengaño,
cuando el sexo se esfume en el recuerdo
remoto y resentido de un orgasmo.
El consentir la calma en las mareas
y atesorar las horas y los días
de la fiesta de luz que celebramos,
del banquete voraz de los sentidos.
Y abolir la frontera de los
cuerpos,
detenernos, subiendo la escalera,
a besarnos en todos los peldaños.
Leopoldo Alas
Mínguez
Foto: Sena, 1954.
1 comentario:
Exquisitos. El anterior y este.
Gracias.
Un beso, querida Beatriz.
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