viernes, 30 de noviembre de 2018

Pide tres deseos


Ver el alba contigo,
ver contigo la noche
y ver de nuevo el alba
en la luz de tus ojos.

Amalia Bautista
Kailin Zhao

jueves, 29 de noviembre de 2018

Estos poemas



Estos poemas los desencadenaste tú,
como se desencadena el viento,
sin saber hacia dónde ni por qué.
Son dones del azar o del destino,
que a veces
la soledad arremolina o barre;
nada más que palabras que se encuentran,
que se atraen y se juntan
irremediablemente,
y hacen un ruido melodioso o triste,
lo mismo que dos cuerpos que se aman.

Ángel González
Felix Valloton, the wind.

lunes, 26 de noviembre de 2018

En una estación del metro



Desventurados los que divisaron
a una muchacha en el Metro
y se enamoraron de golpe
y la siguieron enloquecidos
y la perdieron para siempre entre la multitud
Porque ellos serán condenados
a vagar sin rumbo por las estaciones
y a llorar con las canciones de amor
que los músicos ambulantes entonan en los túneles
Y quizás el amor no es más que eso:
una mujer o un hombre que desciende de un carro
en cualquier estación del Metro
y resplandece unos segundos
y se pierde en la noche sin nombre


Óscar Hahn
Giarrano

domingo, 25 de noviembre de 2018

Lee el diario...


Lee el diario
pide un café
le echa edulcorante
lo revuelve
toma un sorbo
sonríe cuando Mafalda
le pregunta
-para qué lee el diario todos los días
si las noticias son siempre malas-
- para saber cuánto queda del mundo esta mañana-
le contesta.

Aldo Luis Novelli

viernes, 23 de noviembre de 2018

Desordenadamente



Tus ojos
que están llenos de selvas y son un manifiesto,
desordenadamente
me hacen aventurero
                                             y revolucionario


Luis García Montero
Modigliani

miércoles, 21 de noviembre de 2018

Madre


Dentro de nada,
cuando me den permiso
las estúpidas fieras de mi tiempo,
cumpliré una palabra que nunca me pediste.
Te llevaré a París.
Porque tal vez, entonces,
en los Campos Elíseos
o en las aguas del Sena,
con Notre Dame al fondo o con la Torre Eiffel,
veré de nuevo el brillo
más joven de tus ojos,
la luz adolescente
que baja del tranvía
con bolsas y comercios y saludos
y poco más de veinte años.
Hoy te recuerdo así,
como los días sin colegio,
bandera hermosa de un país difícil,
lluvia delgada de los sábados.
Nunca guardaste mucho para ti.
Ni siquiera una noche,
una ciudad o un viaje.
Tu tiempo se sentaba en nuestra mesa
y había que partirlo como el pan,
entre tus hijos y tu miedo.
Seis veces el temor
a que la enfermedad, el vicio o la desgracia
se quisieran sentar en nuestra mesa.
No vayas a salir, a dónde vas ahora,
hay que tener cuidado
con los amores y las carreteras,
deja ya la política
o la gruta del lobo.
Y sin embargo
lo que no te atrevías a pedir
duerme en el corazón de cada uno.
Porque el amor se hereda
como un abrigo sin botones,
y a mí me gustaría acompañarte
por los pasillos del museo,
más obediente y repeinado,
para encontrar en la Gioconda
el sueño y la sonrisa
de un carné de familia numerosa.
Te llevaré a París
o a la ciudad que duerme
en la taza de té de tus meriendas,
con tu cristalería
de familia burguesa
y más aspiraciones que dinero,
con tus dientes manchados de carmín,
con tus estudios de Filosofía
y Letras, je m`apelle
Elisa, j`ai cherché
la lune, la mer, la vie,
la pluie, mon coeur,
y todo se interrumpe.
Sólo somos injustos de verdad
cuando sabemos que el amor
no pasará factura.
Pero el cauce sin agua
también puede llegar a desbordarse,
como los ríos de Granada,
y a tu lado me busca
esta vieja nostalgia de ser bueno,
de no ser yo,
de conocer al hijo que mereces.
Te llevaré a París. En mi recuerdo
has aprendido algo
de lo que te olvidaste en la vida:
pedir por ti, andar por tus ciudades.
Luis García Montero 

domingo, 18 de noviembre de 2018

Los amantes


En el cuarto amarillo

los amantes encienden las palabras.
Qué importa lo que duren, si prenden rápido,
si se tiñe la cama de reflejos de plata, azul, rojo,
naranja, si no suena otra cosa, si los miedos 
se escapan y florecen 
las quemaduras de la sábana.
Las palabras se afilan
con fuego de palabras.
Los amantes ensayan.



Vanesa Pérez-Sauquillo
Carrie Graber

sábado, 17 de noviembre de 2018

Duele



Duele pero nos mantiene vivos
que el olor salvaje del recuerdo
muerda de tanto en tanto el corazón


Rocío Wittib

Modigliani

martes, 13 de noviembre de 2018

Confín



Se bucea una y otra vez
tras los restos del naufragio.
Y una y otra vez
se depositan las capturas
en la pulida lámina de la orilla.
¿Qué es lo que queda fuera?
¿La espuma que se desborda de las manos
o el océano denso del lenguaje?



Ana Rossetti
Pintura: Laura Knight

lunes, 12 de noviembre de 2018

La misma piedra




Por mucho que analice yo este tema
siempre acabo llegando a la misma conclusión:
con esto del amor siempre se pierde
la libertad, la honra, la vida o la cabeza.
Pienso en Juana la Loca
pienso en la pobre Ofelia,
Yo desde luego soy de las que tropieza
una y otra vez con la misma piedra.


Silvia Ugidos
Ofelia. Ernest Hébert

domingo, 11 de noviembre de 2018

Proposición



Propongo
la audacia del tacto como recurso
a esos domingos tediosos en la tarde
cuando la carne proclama dulcemente
con esa desvergüenza de lo ingenuo:
muérdeme ahora
o quédate con hambre para siempre.

Silvia Ugidos

viernes, 9 de noviembre de 2018

Me dices...



Me dices que me quieres de una forma
que no puedo evitar ruborizarme;
que me quieres de un modo primitivo,
sin razón aparente y sin excusas,
y que me quieres porque me deseas,
porque sabes que yo también te quiero
y porque el monstruo de este amor nos come
el alma, la paciencia y los modales.
Qué lástima que todas estas cosas
se nos mueran ahogadas de silencio.
Amalia Bautista
David Hettinger

Gracias Javier

miércoles, 7 de noviembre de 2018

Fuiste


¿Fuiste hoja alguna vez? ¿Apuntaste

la lupa sobre las nervaduras de tu mano?
¿Y de otra mano? ¿Qué sabés
con un rayito de sol?
del suplicio de quemarse para siempre.




Valeria Pariso

lunes, 5 de noviembre de 2018

Esta mañana...


Esta mañana es otoño

al decir estas palabras

siento como envejezco.



Kobayashi Issa 
Danielle Richard

viernes, 2 de noviembre de 2018

Soledades


De todas las soledades
tengo una
que no quiere
bajo ningún pretexto
estar a solas conmigo.





Valeria Pariso
Giarrano

jueves, 1 de noviembre de 2018

Puede



Puede parecer que ella está evitando la vereda del sol o que escoge vidrieras limpias donde mirarse pero no lo cierto es que va sorteando baldosas con el corazón en la boca no sea cosa que ese amor otra vez la encuentre y la desordene.



Valeria Pariso
Giarrano

lunes, 29 de octubre de 2018

El mal estudiante



Dice que no con la cabeza
pero dice que sí con el corazón
dice que sí a lo que le gusta
y dice que no al profesor
está de pie
le hacen preguntas
y le plantean un montón de problemas
de pronto se echa a reír
y lo borra todo:
cifras y palabras
fechas y nombres
frases y trampas

y entre el alboroto de los niños prodigio
con tizas de todos los colores
sobre la pizarra negra de la desgracia
dibuja el rostro de la felicidad. 

Jacques Prévert
Doisneau

domingo, 28 de octubre de 2018

Melancolía del domingo



Tardes de domingo estirándose
a la espera, el anuncio
de otras tardes de domingo
que ya no anuncian
nada.

Aurora Bernárdez
S. Darbishire

miércoles, 24 de octubre de 2018

Si me quito el amor


Si me quito el amor
desnuda me quedas,
no me pidas que rompa tus vestidos
ahora que llega el frío,
búscame en los armarios de tus calles,
en la ciudad sin ley de mis tres manos,
la derecha, la izquierda, la que te ama,
los pasillos y el tren donde una noche
descolgaré por fin tu gabardina
porque llegó el invierno,
la estación de las perchas,
los ojales más grandes del deseo
y mi cuerpo abrochándose a la espera
de esos días de lluvia que te pones
bajo la falda a veces
Fernando Beltrán
Giarrano

sábado, 20 de octubre de 2018

Inocencia


De la infancia, del oxígeno donde la tarde se ensancha.
De todo lo disuelto.
De la rica vena del estar vacío.
De tanta selva desganada: de ahí viene el mundo.

No has traicionado aún lo que amas.
Crees venir de lo que el cielo devuelve
y suena tu risa a junio, a río innumerable, a cabaña.
Yo te quiero sobre esta tierra lavada.
Yo que acabo donde el sol unifica pasiones.
Yo que nombro las cosas con derrotas que simulan palabras,
emitiendo sonidos que al decirse estallan
y habitan los albinos tejados del idioma.
Por eso acelero mi vida hasta otra vida.
Y si tú me preguntas qué puede delatarnos,
qué sonoro escombro es amor, qué sangres reúne,
qué juventud humillada es la nuestra,
qué desencanto traspasó los años
y las ardidas cosechas de la amistad...
Si me preguntas,
no sabré decir qué sucedió.
Ni si este breve forcejeo de cuerpos
ha servido para algo.

Antonio Lucas
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